toddlercryingLas lágrimas son naturales, es nuestra forma de desahogarnos ante el estrés, la frustración, el miedo o la tristeza. 

Nuestro objetivo en la crianza y la disciplina no ha de ser provocar lágrimas innecesarias pero tampoco tenemos tenemos que evitarlas a toda costa. Y siendo sinceros, tampoco podríamos aunque intentáramos. 

Ponemos un límite, nuestros hijos se enojan y lloran. Claro que van a llorar, están molestos porque querían hacer algo y hemos dicho que no es posible, por su bien o el del otro. Es la reacción normal del ser humano cuando se siente decepcionado y frustrado.     Qué pasa cuándo pensamos que debemos hacerlos llorar para que desarrollen tolerancia a la frustración?

 

No la desarrollan.

La tolerancia a la frustración se desarrolla cuándo el niño se siente apoyado en su dolor y sabe que tiene con quien contar. En ese momento el niño aprende que no es malo llorar, porque es amado y puede superar ese sentimiento. Aprende a tolerar la frustración porque no es un enemigo invencible, es un sentimiento normal y superable. Mamá y papá le han enseñado esto mediante su apoyo. 

Los niños posiblemente van a llorar ante los límites, es normal. No es necesario provocar más llantos con la intención de que "practique". En esto no aplica el dicho de "la práctica hace al maestro".

Un niño sobre-expuesto a la frustración no desarrolla tolerancia a esta, sino que lo abruma a un nivel que lo consume y ve el sentimiento como imposible de vencer, haciendo crónico el problema

Veamoslo con otra visión sobre exposición a gérmenes: 

  • Exposición sana y normal: Todos sabemos que una exposición sana al ambiente crea defensas y un sistema inmune fuerte.
  • Sobre-exposición: Pero qué pasa con niños que viven en hacinamiento? 
  • Sin o poca exposición: Sabemos que los niños cuyas madres los intentan mantener excesivamente limpios, sin acceso a juego normal, son más proclives a enfermarse. 

Lo mismo aplica a las lágrimas y la frustración, si creamos un ambiente con mucha frustración (ambiente autoritario), en lugar de aprender a manejarla, disminuye su tolerancia. Y en casos dónde no existe ninguna (ambiente permisivo), pues no la pueden aprender a aceptar si nunca la han experimentado. No es necesario ensuciar a los niños para que desarrollen defensas, basta con dejarlos ser niños. Tampoco es necesario ponerles pruebas para que desarrollen defensas, basta con dejarlos ser niños y los límites se irán dando gradualmente. 

No podemos evitar las lágrimas (ni debemos) pero tampoco debemos generarlas.

Qué pasa cuándo creemos que debemos rescatarlos y evitar que lloren?

"Si papá y mamá me protegen tanto de la tristeza y la decepción, ha de ser porque es bien peligroso y no podré superarlo." 

Los niños mediante nuestro apoyo, aprenden que reconocerse capaces de sentir esas emociones y saber que pueden superarlas.  

Cómo los ayudamos?

Ya le has indicado a tu hijo cómo se usan los bloques, sin embargo continua tirándolos a la ventana. Es seguro que pongas un límite "No te puedo dejar que tires los bloques. Los juguetes no son para tirar".

Es posible que en ese momento remuevas el juguete que ha sido tirado y tu hijo llore. "Yo sé que estás muy bravo. Por eso estabas tirando los juguetes al piso, te hacía sentir bien tirarlos. Te amo y estás seguro aquí conmigo. Puedes llorar con mamá, es bueno sacar nuestros enojos y nuestras tristezas con lágrimas. Después nos sentiremos mejor"

Qué hiciste para ayudarlo?

  • Pusiste un límite firme y asertivo: No gritaste, no pegaste. Mantuvista la calma y expresaste seguridad. Tu hijo puede confiar en ti 
  • Permitiste y apoyaste sus emociones: Le enseñaste que las lágrimas no son malas y que cuándo se sienta bravo o triste, tu estarás para ayudarle y enseñarlo que puede contar contigo y que es capaz de salir de ese estado emocional.

Las lágrimas contenidas con un abrazo, unas palabras o simplemente acompañadas, pueden ser parte del proceso y desarrollo de nuestros niños. Eso si, con paz y templanza, sin gritos ni abandonos 

PS: Esto no aplica para métodos de "cry it out o llantos controlados" cuyos efectos son potencialmente muy peligrosos. Este tema se refiere a límites y expresiones emocionales derivadas. 

 

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Andrea Acosta, Psicóloga

"Disciplina con Empatía": www.disciplinaconempatia.com

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