permissiveparenting"El modelo de crianza con que la mayoría de nosotros creció fue con padres autoritarios, que se basaba en el miedo. Algunos de nosotros hemos crecido con padres permisivos, que también se basa en el miedo. Padres autoritarios se basan en el miedo que tiene el niño a perder el amor de sus padres, la crianza permisiva se basa en el miedo de los padres a perder el amor de su hijo. La crianza respetuosa se basa en el amor en lugar del miedo ". - Pam Leo 

Veo a muchos padres frustrados, pero también veo muy pocos niños que llevan la batuta. Lo que sí veo es a padres que tratan de ser pacientes, pero no saben cómo establecer límites apropiados o ayudar a sus hijos con las emociones que impulsan el comportamiento inapropiado. Así que sobornan o amenazan o se dan por vencidos hasta que están al final de su paciencia, y finalmente explotan.

¿Qué aprende el niño?

  • Cuando empujo los límites, mamá y papá suelen ceder, así que voy a seguir luchando hasta que descubra dónde está el límite real.
  • No sé por qué estoy actuando así y nadie sabe realmente cómo ayudarme con estos sentimientos 'malos'. Debo ser un niño malo. El padre, frustrado y agotado, empieza a gritar, amenazar, y explota. Más tarde, sintiéndose culpables, los padres a menudo sobrecompensan al niño en un esfuerzo por reparar la relación.En otras palabras, muchos padres cambian entre ser padres permisivos y autoritarios, porque no conocen otras maneras de conseguir que su hijo coopere.

¿Suena familiar? Entonces te alegrará saber que hay una manera mejor:  

 

  1. Utiliza límites empáticos. Los niños necesitan orientación.

Es peligroso y no bien visto que un niño tres años pase corriendo, empujando y gritando en un restaurante.
Un niño de seis años no puede golpear a sus compañeros de juego.
Un niño de nueve años no debería ir a películas inapropiadas.
Tu niño de doce años no pertenece en una fiesta sin supervisión de un adulto. 
Establecer límites es difícil. Pero nunca es necesario ser malo o grosero o frío para hacerlo. De hecho, entre más empáticos son tus límites, más tu hijo va a cooperar: "Te encantaría poder hacerlo .... Entiendo .... Y la respuesta es no. .. Veo que te pone triste."
Cada vez que se establece un límite y tu hijo acepta más o menos de buena gana que no se puede hacer, está construyendo la autodisciplina. (Por otro lado, si se ve obligado por miedo a una castigo o un golpe, no está construyendo autodisciplina. La autodisciplina es la elección de renunciar a lo que él quiere para algo que él quiere más, que en este caso es una relación positiva con vos.).
La mayoría de los padres se preocupan de que no pueden "hacer valer" sus límites si no utilizan la fuerza. Y con los niños pequeños, a veces sí es necesario recogerlos y trasladarlos físicamente. Pero si tienes un estrecho vínculo con tu hijo, y con calma y amabilidad, insistes en tu límite, el niño por lo general va a cooperar. El error que la mayoría de los padres hacen es que gritan desde el otro lado de la habitación. Eso sólo le enseña a su hijo a no le prestarle atención. En lugar de ello, toca a tu hijo, haz contacto visual, y pide de forma específica lo que necesitas. Permanece a su lado hasta ayudarlo a realizarlo, según la dirección puede que el niño lo pueda hacer solo o pida su ayuda para hacerlo. Al permanecer a su lado, con calma pero firmerza, le ayudará a comprender que es algo necesario de hacer (Recuerda incluir opciones del cómo hacerlo, dónde, con quién, en que orden, etc cuándo aplique). 

Necesidades Satisfechas. Los comportamientos desafiantes de tu hijo son un torpe intento de satisfacer sus necesidades básicas. Si puedes entender la necesidad y satisfacerla de otra manera, el comportamiento se desvanece. Así que si tu hijo se pone a hacer ruidos fuertes cuando tratas de poner al bebé a dormir la siesta, considera la posibilidad de que tu momento íntimo con el bebé le provoca enojo porque es díficil compartir a las personas que ama. (¿Cómo te sentirías si tu pareja entra en la habitación con otra persona y cierra la puerta?) En lugar de gritarle, lo que lo hace que te cele más y lo intente demostrar a como pueda, "llena la taza" con un poco de atención única de antemano, y luego lo ayudas con una actividad apasionante como un libro de audio.

Entrenar Emociones. Los niños no pueden comprender y expresar sus emociones, por lo que lo hacen con acciones. Así que cuando tu niño "dramatiza", es una señal de alerta de que necesita ayuda con sus emociones. Crea una red de seguridad emocional al permanecer compasivo, aún cuando estableces un límite: "Ouch! La regla es no golpear. Debes estar muy molesto para ......."

Si has establecido un tiempo diario para dedicarte a tu hijo sin preocupaciones ni tecnologia, simplemente para jugar y reir, y permaneces compasivo durante su ira, tu hijo te mostrará el miedo o dolor detrás del enojo (Recuerda que el enojo siempre esconde tristeza o miedo). El que se derrita en llanto a tu lado permite que esas emociones se desvanezcan, por lo que después querrá cooperar con vos.
Habrá momentos en los que estás en un apuro de tal manera que no puedes tomarte el tiempo para ayudar a tu hijo con las emociones. Es por eso que diariamente has de dedicar un rato al día para jugar y reir, sin celulares ni computadoras ni nada más, simplemente en el piso jugando lo que tu hijo quiera. Esto da a los niños la oportunidad de sacar a la superficie los sentimientos acumulados, se pueden reír y sacar eso pendiente que de otra forma estallaría en momentos inoportunos.
Cuando tu hijo está actuando 'intratable', es bueno "programar un berrinche / crisis" en un momento donde puedas dedicarte a el. A veces en días en dónde parece que todos les enoja o les molesta, es porque tienen muchos sentimientos de ira, miedo y tristeza acumulados y necesitan sacarlos (En días díficiles hasta los adultos ocupamos una 'buena llorada' con alguien que nos ame y nos escuche). Sólo tienes que definir un límite firme y estar presente y amoroso para ayudarlo con todas las emociones que están pendientes y deseosas de salir a la superficie (Míralo como liberar una olla de presión).
Si te encuentras repetidamente demasiado ocupado para ayudar a tu hijo con las emociones, es posible que desees volver a pensar tus prioridades. Esta es una parte esencial de la crianza de los hijos, y que sin ella es posible que nuestros hijos sean 'díficiles' puesto que siempre andarán con un saco de emociones negativas encima. Una mochila llena de lágrimas y temores almacenados hace que los niños sean rígidos y explosivos (cualquiera estaría así si anduviéramos con esas emociones encima y sin que nadie nos escuche).  

Administra tus propias emociones. Cuando nuestro hijo está triste o enojado, la mayoría de nosotros sentimos la necesidad urgente de hacer que esos sentimientos desaparezcan. Nosotros decimos que es porque no podemos soportar la infelicidad de nuestro hijo, pero es realmente porque las emociones de nuestro niño desencadena nuestra propia ansiedad.

Vamos a hacer casi cualquier cosa para hacer que se sientan mejor, como por ejemplo:

• Distracción. "Mira a ese perrito!" Incluso si funciona, el malestar de tu hijo saldrá a la superficie más adelante en un comportamiento desafiante. Y tú le estás dando el mensaje de que los sentimientos son demasiado peligrosos como para ser tolerados. 

• Negando sus sentimientos. "No fue tan malo ... que dramático!" Por supuesto que está exagerando. Esos sentimientos en la mochila emocional pueden haber estado esperando semanas para una oportunidad para salir a la superficie. La única manera de hacer que los sentimientos desaparezcan es sentirlos para que se evaporen. 

• Sobornar. "No llores, te conseguiremos uno nuevo." Sobornar enseña a los niños todas las lecciones equivocadas, y las emociones seguirán metidas en la mochila emocional esperando salir a la superficie más adelante en "acting out".

Además, no queremos que los hijos piensen que las compras resuelven todos los problemas. La solución, por supuesto, es la gestión de nuestra propia ansiedad para que podamos tolerar las emociones de nuestros hijos. ¿Cómo? Respira y date cuenta de tus sentimientos, pero resista la tentación de tomar medidas. En serio. Solo respira. Cuanto más puedas respirar tu camino a través de sus propias emociones y sin tomar medidas, más tranquila te convertirás.  

Suelta la culpa. La mayoría de los padres se sienten culpables por momentos. Sabemos que no siempre somos los padres que nos gustaría ser. Pero la culpa no nos hace mejores padres, ya que nos empuja a tomar decisiones sobre la base de mantener nuestro niño feliz por el momento, en lugar de en lo que él necesita para prosperar. No tienes que ser perfecto (y no puedes serlo.) Sólo tienes que admitir cuando te equivocaste, pedir disculpas, y seguir tratando de hacerlo mejor.

Encontrar soluciones ganar / ganar. Evitar ser un padre permisivo no significa actuar como un tirano. Eso es igual de malo para nuestros hijo. Cuanto más se puedan encontrar soluciones que funcionen para nosotros y los hijos, más saludable y más feliz nuestra familia será. Es importante tener claridad sobre lo que no es negociable para vos e intentar encontrar una solución ganar / ganar que satisfaga sus necesidades, así como las de nuestros hijo. Si él no quiere tomar un baño, por ejemplo, se puede hacer un juego de ir brincando a la ducha o jugar a superman o bañar los muñecos o inclusive la piscina si es un día caliente y tenemos tiempo. Muchas cosas se pueden hacer de forma juguetona y divertida, la niñez es corta y a quién no le gustaba bañarse en una piscina.  

Manténgase conectados. Los niños que se sienten conectados con sus padres quieren comportarse, siempre y cuando no tengan lágrimas y temores reprimidos que les impulsa a sacarlos de cualquier forma posible. Si tu hijo no está cooperando, lo mejor que puedes hacer es empatizar para reconstruir su conexión. No, no estás "reforzando" el mal comportamiento. Le estás dando a tu hijo la razón por la que va a QUERER comportarse. Sigues estableciendo los límites adecuados, pero debido a que estás ofreciendo empatía, el niño se da cuenta de que estás de su lado, y quiere seguir tu guía. 

  1. Traducido y editado de http://www.ahaparenting.com/BlogRetrieve.aspx?PostID=299123&A=SearchResult&SearchID=8087958&ObjectID=299123&ObjectType=55

 

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Traducido por: 

Andrea Acosta, Psicóloga

"Disciplina con Empatía": www.disciplinaconempatia.com

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